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Acerca de

ACERCA DE

Cicerón alguna vez dijo “ignorar lo que ocurrió antes de que
nacieras es permanecer siempre un niño.”

A la luz de esas palabras, considere el escaso conocimiento
compartido por los adultos jóvenes de hoy--muchos de los
cuales también son padres jóvenes-- acerca de un sistema de
horrores que precedió sus nacimientos por menos de un
siglo. Existe toda una generación llegando a la mayoría de
edad que no sabe casi nada sobre el comunismo.

 

Los horrores son ilustrados fácilmente. El sistema ha
provocado la muerte de 80 a 100 millones de personas,
incluso excluyendo muertes militares. De las víctimas
podemos encontrar huesos que forman calzadas en el
círculo ártico (Unión Soviética [56]).  Hay víctimas cuyos
cadáveres fueron comidos por parientes hambrientos
empujados al canibalismo (Camboya, China, Corea del
Norte, Unión Soviética [57]). Algunas personas fueron
usadas como alimento para cerdos (Bulgaria [58]), mientras
que otras fueron usadas como fertilizante para cultivos
(Camboya, China [59]). No es difícil detallar los horrores
del comunismo--es la magnitud del horror lo difícil de
describir.  Desgraciadamente, Stalin tuvo toda la razón
cuando dijo "una muerte es una tragedia; un millón es una
estadística." Es difícil de concebir 100 millones de muertes.  

El objetivo de este sitio es entregar una descripción diferente
con la esperanza de entregar más información en menos
palabras. El método es transformar la magnitud en algo
palpable desmenuzando los números que son casi
imposibles de comprender en su totalidad, proporcionando
información demográfica que le otorga una cara humana a
cada número.

Para nuestro propósito, las atrocidades están divididas en
segmentos demográficas como "el aldeano", "el religioso",
"el homosexual", etc. Hemos sido meticulosos para asegurar
que estos números no incluyen muertes militares ni
relacionadas con guerras; por lo tanto, estamos observando
la brutalidad del comunismo tal como se relaciona de
verdad con sus ciudadanos aparte de sus ideales
expansionistas.


La única excepción tiene relación con Perú. Los comunistas
(Luminosa) perdieron la guerra civil, por lo que por
definición toda atrocidad comunista en Perú estuvo
relacionada con la guerra. Sin embargo, los números para
Perú fueron relativamente pequeños, a pesar de que Perú
constituyó una parte importante de la huella latinoamericana
del comunismo. Ya que Perú es una parte importante de la
narrativa general, los datos estadísticos del país han
sido incluidos aquí a pesar de que se deja absolutamente
claro que las cifras del Perú estas relacionadas con la guerra
y constituyen una excepción a los métodos generales de
cálculo.

Además, hemos sido meticulosos al clasificar víctimas en
cada país sin contarlas dos veces: una tarea abrumadora ya
que muchas víctimas caen dentro de más de una categoría
(ej., la mayoría de los propietarios de tierra soviéticos caen
en las categorías de el kulak y el aldeano). Al surgir tal
situación, la víctima es colocada en una categoría o la otra,
pero no en ambas.

Ciertamente existe el riesgo de deshumanizar las víctimas
al presentarlas como miembros de una categoría--pero es
mediante categorías que observamos la impresión elevada
de una cultura, una sociedad y un pueblo.  En última
instancia, según los objetivos del sitio, las categorías al
menos se acercan más a invocar caras humanas que las
simples cifras abstractas que son casi imposibles de
comprender.  

 

Jim McCachren prestó servicio en el Cuerpo de Paz en Uzbekistán en 1994-1995,

tres años después de que el país centroasiático se separó de la URSS.

Tiene un M.F.A. en escritura creativade la University of Florida

y en estos momentos es profesor de inglés en Halifax Community College en Weldon, NC.

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